A estas alturas, parece que volver a explicar aquello de la importancia de diferenciarse en un sector tan competitivo como el del turismo rural podría parecer no tener sentido. Sin embargo, partiendo de esa afirmación ¿cuál sería el siguiente paso a dar? Básicamente, tendremos que elegir por qué queremos diferenciarnos.

Este post parte de una de las máximas del marketing más extendidas hoy en día:

Como dijo en su momento el considerado como uno de los mayores especialistas en el ámbito de las nuevas tecnologías y el marketing en la actualidad, Guy Kawasaki, “Al final, o eres diferente o eres barato”.

Pero ¿qué significa ser diferente en este sector? Seguramente, nada más leer esta afirmación, habrás pensando que tu alojamiento de turismo rural es verdaderamente original, personal e incluso puede que ‘único en el mundo’. Sin embargo, en este post trataremos de darle la vuelta a este concepto tan trillado para lograr sacarle más partido a esta expresión.

Teniendo en cuenta la afirmación de Kawasaki partiremos de una base clara: ser barato no es malo. No obstante, tendremos que vigilar que nuestros precios no sean extremadamente reducidos ni se mantengan estables durante todo el año y ser capaces de adaptarnos a cada temporada. Ya que, como norma general, nuestro objetivo no es ser baratos, sino lograr el máximo beneficio.

Por eso, debemos tener claro que actualmente la única vía para lograr nuestro objetivo es la diferenciación. Podemos destacar por cientos de factores como la ubicación, los servicios, la instalación, la decoración, los pequeños detalles… Sin embargo, hay que tener en cuenta que seguramente haya cientos de dueños de apartamentos que hayan pensado exactamente lo mismo que nosotros y, con un poco de suerte, ¡en el mismo espacio físico! Pero, ¿entonces?, os estaréis preguntando.

El reto de diferenciarse

Nuestro producto es nuestra casa la cual ha de cumplir las expectativas y satisfacer las necesidades de nuestros visitantes, pero todavía tenemos que ser capaces de darle una vuelta más a este asunto. Y es que, tras años y años de experiencia; podemos concretar que lo que realmente marca la diferencia no es el producto en sí, sino el uso que se le da. O lo que es lo mismo: la experiencia.

Por eso, las vivencias y experiencias que seamos capaces de provocar en nuestros huéspedes serán fundamentales a la hora de dejar una huella imborrable en su memoria. Para ello, tocará poner en marcha nuestra imaginación y tendremos que ser capaces de meternos en la piel de nuestros viajeros, sí, pero, sobre todo, tendremos que aprender de cada una de las visitas que recibamos y escuchar, escuchar mucho y tener muy en cuenta sus comentarios.

Por ejemplo, si sabemos que los transportes son complicados en nuestro barrio, ¿por qué no preparar una carpeta con mapas y explicaciones al detalle a este respecto? Y, ¿qué tal obsequiar a nuestros inquilinos con un desayuno para la primera noche que pasen en nuestro apartamento? Las opciones son infinitas, incluso permitir la entrada de mascotas en tu alojamiento.

La clave de la personalización

Otra manera de diferenciarse está en ofrecer actividades complementarias a la visita como talleres o cursos que puedan complementar la estancia, eventos turísticos que tengan lugar en la zona, etc. Por ejemplo, si dispongo de un huerto o un corral con animales, ¿qué tal ofrecer a mis visitantes una experiencia diferente en el medio rural?

La oferta es de lo más variada y existen alojamientos que enseñan a hornear pan, quienes brindan a sus visitantes la opción de recolectar frutos secos o visitar un huerto y un largo etcétera. Sencillamente, se trata de sacarle el mayor partido posible a nuestro entorno y lograr que nuestros clientes se vayan con la percepción de que han protagonizado un evento único el cual no podrían haber vivido de otra manera.

En definitiva, se trata de experiencias basadas en el denominado turismo vivencial tan de moda hoy en día. Además, este tipo de detalles pueden favorecer la desestacionalización de nuestro alojamiento logrando, por otro lado, servir de reclamo en fechas de menor actividad como pueden ser los meses de temporada baja o días entre semana.

Este tipo de actividades suelen ser muy bien valoradas por los visitantes que no dudan en destacarlas a través de comentarios tanto en redes sociales como a través de las distintas aplicaciones de alquiler de alojamiento turístico que existen.

Si eres un propietario que cuida los pequeños detalles, te recomendamos probar Clizzz para agilizar los trámites a la hora de formalizar el registro. ¡Tu parte de viajeros que se enviará automáticamente a las autoridades en tan solo tres pasos y desde un teléfono móvil!