Si eres dueño de uno de estos alojamientos o viviendas turísticas sin duda debes estar familiarizado con el término RevPAR o ‘Revenue per available room’ que en español significa ‘Ingreso por habitación disponible’. Es decir, el beneficio económico que se obtiene al alquilar una habitación durante un periodo de tiempo concreto.

Se trata del índice más importante utilizado en este ámbito para valorar si un establecimiento es rentable o no.

Pero ¿cómo se calcula la fórmula RevPAR? Actualmente puede obtenerse de dos formas:

  1. Multiplicando el porcentaje de ocupación hotelera –que se obtiene dividiendo el número de habitaciones ocupadas entre las disponibles y multiplicando el resultado por 100- por la tarifa media diaria.
  2. Dividiendo lo ingresos de un periodo de tiempo determinado entre el total de habitaciones disponibles.

A pesar de que el RevPAR nace originalmente para dirigirse al sector hotelero, el auge de la aparición de viviendas con fines turísticos ha derivado en que este sistema se haya ido adaptando progresivamente a esta modalidad de alojamientos.

Por eso, en este caso se debe de aplicar la fórmula atendiendo al número de establecimientos o plazas disponibles en cada caso. Sin embargo, y en el caso de tener varias viviendas de estas características, antes de aplicar dicha fórmula deberemos agrupar las viviendas por características, es decir, por ubicación o número de habitaciones.

Una vez conseguido este dato tan solo nos quedará llevar a cabo el cálculo RevPAR mínimo necesario para obtener beneficios. Para eso basta con dividir los gastos fijos que genera nuestra vivienda u hotel entre el total de habitaciones –o alojamientos-. Si el índice RevPAR supera dicha cantidad significa que nuestro alojamiento es rentable.

Cómo mejorar la rentabilidad de mi vivienda vacacional

Existen numerosas opciones que pueden mejorar la rentabilidad de una vivienda vacacional, desde herramientas de control de datos para llevar a cabo un estudio de nuestros clientes potenciales como Google Analytics hasta implementar en nuestro negocio herramientas tecnológicas que nos puedan servir de ayuda a la hora de gestionar este tipo de alquileres vacacionales.

Son por ejemplo Channel Manager, Clizzz o PMS, aplicaciones cuya finalidad no es otra que mejorar la experiencia del cliente agilizando los trámites más tediosos de cualquier visita de estas características en materia de registro de visitantes.

Por ejemplo, en el caso de Clizzz, no solo te ahorras el arduo proceso de llevar a cabo la firma de hojas de registro de los visitantes, sino que, además, esta aplicación tiene contacto directo con las autoridades por lo que nos permite completar el proceso en pocos minutos y desde cualquier teléfono móvil que disponga de esta aplicación.

También resulta muy valioso el reunir comentarios positivos de nuestros clientes sobre sus experiencias en nuestro alojamiento ya que, como normal general, un visitante estará dispuesto a pagar más si considera que la experiencia va a merecer la pena o el servicio va a estar a la altura de sus expectativas.

Por eso, es fundamental que todo el proceso sea fácil y sencillo y que los huéspedes estén atendidos en cada fase, ya que un cliente satisfecho es la mejor garantía para asegurar la rentabilidad de un alojamiento.

Sin embargo, esto también conlleva un esfuerzo extra por parte del anfitrión, que deberá garantizar que todo esté en perfectas condiciones: desde la atención previa en el momento del primer contacto, hasta la llegada al alojamiento –donde se debe garantizar su buen estado- incluyendo las fases del ‘check in’ y ‘check out’.

En estos casos suele funcionar muy bien tener un detalle con los visitantes, como obsequiarles con una bebida típica de la zona o un desayuno, dejar información del lugar que visitan o mapas de la zona, etc.

Up-selling y Cross-selling

Existen algunas técnicas para tratar de mejorar la rentabilidad de nuestros alojamientos turísticos como son el Upselling y Cross-selling.

El primero de ellos hace referencia al incremento del valor de nuestra vivienda gracias a muebles y objetos de calidad, como electrodomésticos, elementos decorativos, etc. Finalmente, el cross-selling se basa en ofrecer servicios complementarios que no guardan relación con la propiedad en sí, como excursiones o visitas concertadas. Las opciones son de lo más variadas y aquí entra en juego la imaginación del anfitrión.